Rosalind Franklin fue una química y cristalógrafa inglesa nacida en Londres en el año 1920 en el seno de una rica familia judía. Criada en el barrio de Notting Hill, fue la segunda de cinco hijos. Durante su juventud, este personaje histórico se implicó y formó parte del movimiento Sufragio femenino. En estos años, los padres de Franklin ayudaron a otros judíos que buscaban asilo tras haber escapado de los nazis en Europa llegando a acoger a dos niños en su casa.

Juventud y primeros años de trabajo de Rosalind Franklin

Academicamente, Franklin era excelente. Desde muy pequeña mostró devoción por la aritmética destacando más adelante en la ciencia en general. Lejos de centrarse en la rama científica, aprendió alemán y francés lo cual le resultó muy útil en su futuro.

A los 18 años, sus méritos le llevaron a ingresar en Cambridge para estudiar Física y Química. Allí obtuvo varias distinciones y conoció a Adrienne Weill, una ex alumna de Marie Curie con la que tuvo largas conversaciones que influyeron en su carrera y le ayudaron a perfeccionar su francés.

Rosalind Franklin en su juventud

En un mundo dominado por hombres, logró graduarse en Física, Química y Matemáticas en la universidad de Cambridge. Más adelante en 1945, viajó a París, donde aprendió todo sobre la difracción de los rayos X.

Tras una entrevista en la capital francesa con Jacques Mering, conseguiría integrarse en su equipo como uno de los 15 investigadores del Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado en París. Con Mering se especializó en la aplicación de cristalografía de rayos X a sustancias como el carbón. Durante sus cinco años de estancia en Francia, publicó varios artículos con respecto a estos temas.

King’s College, la difracción de rayos X en el ADN y la Fotografía Nº 51

Sin embargo, pronto decidió volver a su tierra natal tras recibir una beca de 3 años para trabajar como investigadora asociada en el King´s College dentro de la Unidad de Biofísica del Consejo de Investigación Médica (CIM), todo bajo el mando de John Randall. Aunque inicialmente no iba a trabajar en ello, Randall le asignó la difracción de rayos X aplicada a fibras de ácido desoxirribonucleico, también conocido como ADN.

Antes de su llegada, el científico Maurice Wilkins ya había sido pionero investigando este asunto. La relación entre Wilkins y Franklin nunca fue buena y se culpa en parte a Randall ya que nunca le comunicó a Wilkins que Franklin tenía esa nueva tarea asignada y que el que hasta entonces había sido su ayudante (Raymond Gosling) pasaría a ser el de Franklin. Más allá de esto, la realidad es que Maurice Wilkins siempre la trató con aires de superioridad y la consideraba más una subordinada que una colega.

En 1952, Rosalind conseguiría junto a Raymond Gosling tomar la famosa foto Nº 51. Su importancia radicaba en que contenía pistas vitales para conocer la forma del ADN. Gracias a la imagen, dedujeron que su estructura estaba compuesta por una doble hélice formada por dos hilos de ADN enrollados uno alrededor de otro. Ante tal descubrimiento, Rosalind guardó la foto ya que desconfiaba de su compañero Maurice Wilkins.

Un día Wilkins encontró esta foto cuando se encontraba revisando los cajones de Franklin. Tras verla decidió compartirla con sus colegas, James D. Watson y Francis Crick. Tristemente, estos dos científicos no tuvieron ningún escrúpulo en colgarse la medalla para obtener el reconocimiento mundial por un trabajo que había realizado Franklin.

Fotografía 51 de Rosalind Franklin
Fotografía 51 tomada por Rosalind Franklin y Raymond G.Gosling. Fuente: Special Collections & Archives Research Center

Una muerte sin reconocimientos

El 25 de abril de 1953, la revista Nature publicaría tres artículos de tres grupos de investigación diferentes en los que se anunciaría el descubrimiento de la estructura del ADN. El orden de publicación de estos artículos terminó por tirar al traste la figura de nuestro personaje histórico como auténtica descubridora. El primero de estos artículos pertenecía Watson y Crick, el segundo a Wilkins y el último a Rosalind y Raymond Gosling.

Rosalind Franklin analizando con su microescopio
Rosalind Franklin con un microespcopio en 1955

Como muchos sabréis, Watson, Crick y Wilkins recibirían en 1962 el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento del ADN. Ninguno de ellos mencionó a Rosalind durante sus discursos en la entrega de premios. En cualquier caso, Rosalind Franklin ya había fallecido hace 3 años a causa de un cáncer de ovario el 16 de abril de 1958.

Ninguna de las trabas e injusticias que tuvo que sufrir le detuvieron en su vida, la cual dedicó por completo a la ciencia. Sus trabajos fueron una revolución en el mundo de la medicina y biología. Sus estudios y descubrimientos sirvieron de gran ayuda para estudios posteriores relacionados con el ARN virus y la microestructura del carbón y el grafito. Este es el legado de Rosalind Elsie Franklin.


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