Artemisia I de Caria fue una comandante del Imperio persa y griega de nacimiento. Nacida en Halicarnaso en el año 484 a.C. En aquel entonces Halicarnaso, capital de Caria, formaba parte de Grecia aunque hoy forme parte de Turquía. Lo que su padre (rey de Halicarnaso) y su madre (noble cretense) no sabían es que su hija sería recordada como una gran enemiga de Grecia. ¿Sorprendente no? Esta es su historia.

El vínculo entre el nombre de Artemisia y su historia

Artemisia I de Caria tiene un nombre muy especial. Artemisia es en la mitología la diosa griega de la caza. Es hija de Zeus y hermana del dios Apolo. Por otro lado, su equivalente en el mundo latino es la diosa Diana que representa la caza y la protección de la naturaleza. Sus padres, dieron a Artemisia de Caria un nombre que representa lo perfecto, impoluto, la conexión con la naturaleza y lo guerrero.

Al mismo tiempo, en la etimología persa, se vincula el nombre de Artemisia con la grandeza y la excelencia. Curiosamente, su nombre y doble significado etimológico acabó teniendo mucho que ver con la vida que Artemisia I de Caria vivió.

Situación en Halicarnaso y ascenso de Artemisia I de Caria

Para poder entender el contexto en el que Artemisia creció es importante saber como era la situación en Caria. Su región que en tiempos anteriores había sido una colonia doria de Argos, había pasado a formar parte del Imperio aqueménida.

Vivían sometidos aunque conservaban algo de autonomía y poder. Para Artemisia Grecia no era su patria, pues la realidad de la Grecia de Atenas, Corinto, Esparta o Arcadia distaba mucho de la de Caria que estaba bajo dominio persa.

Hija de rey, Artemisia se casó de acuerdo con la tradición y con un hijo pequeño se quedó viuda. Por esta razón, se convirtió en reina de Caria y comenzó su mandato como regente.

Mapa de la región en la que nació Artemisia de Caria
Bandera griega situada en la ciudad natal de Artemisia, Halicarnaso

Reina y aliada del mayor enemigo de Grecia

Nuestro personaje histórico, Artemisia I de Caria, se convirtió en un sátrapa más, una persona fiel y leal al rey Jerjes I de Persia. Su historia es comparable a la de otros sátrapas que comandaron las tropas de Jerjes I como Hidarnes, el comandante de Los Inmortales.

Con el conflicto entre los griegos y los persas en su punto más álgido, la reina no dudó en posicionarse. Es entonces cuando los carios bajo el mando de Artemisia se unieron a los persas y participaron en la Segunda Guerra Médica invadiendo Grecia.

Fue un hecho algo sorprendente ya que tan solo 20 años antes los carios habían estado en el campo de combate, pero para enfrentarse a los persas y unirse a la Revuelta Jónica, considerado el primer conflicto a gran escala entre griegos y persas cuyo inicio tuvo lugar en Mileto.

Los griegos fueron derrotados, pero de un modo u otro, las polis de Caria mantuvieron una cierta independencia ya que Dario I, padre de Jerjes I pensaba que no merecía la pena conquistarles y sus soldados podrían venirles muy bien en el futuro.

Dos décadas más tarde, los carios se pusieron a las órdenes del Imperio aqueménida, ¿pero fueron los únicos? No, otras muchas ciudades griegas se sometieron y combatieron del lado de Jerjes I, un ejemplo de ello son los griegos de Tesalia. Además, los persas acordaron una alianza con Cartago por lo que los griegos no pudieron recibir ayuda de Sicilia.

Efigie de Artemisia en una moneda
Efigie de Artemisia de una moneda hallada de 1553. Fuente: Wikipedia

Artemisia I de Caria era la única mujer entre sus comandantes

Artemisia I de Caria aportó 5 naves al ejército siendo ella la almirante. Sus dotes de liderazgo y resolución le hicieron ganarse la confianza y el respeto de Jerjes. Jerjes I vió que era una gran guerrera y poseía conocimientos de táctica militar y comandancia naval.

En definitiva, Artemisia y Jerjes tenían un vínculo muy especial. De modo que llegó a ser una de sus asesoras de confianza, a pesar de que Jerjes no hiciera mucho caso a sus consejos.

Era el año 480 a.C y la batalla de Salamina estaba a punto de tener lugar y aunque Artemisia desaconsejaba atacar en esa situación, acató las órdenes y participó en la que es considerada una de las batallas más importantes de la Antigüedad Clásica.

La famosa Batalla de Salamina (480 a.C)

En la batalla naval de Salamina se sabe que los griegos concentraron una fuerza de alrededor de 350 navíos de las ciudades-estado griegas en los estrechos de la isla de Salamina. Todo bajo el mando de otro de los personajes históricos más importantes de Grecia, Temístocles, el comandante ateniense. Al otro lado, el Imperio persa contaba con entre 600 y 800 navíos según fuentes más actuales.

Enfrentamiento entre persas y griegos

Una derrota sin paliativos

Los estrechos rocosos y el gran conocimiento de esas aguas por los generales griegos fueron dos factores fundamentales para que el numeroso contingente persa acabara atrapado y rodeado. Con los barcos persas sin capacidad de maniobrar llegó el momento de los hoplitas griegos, los cuales se abalanzaron de barco en barco dejando un camino de cadáveres.

Cuenta Heródoto que al ver como los griegos derrotaban a los soldados persas, Artemisia dijo «Mis hombres se han convertido en mujeres y mis mujeres en hombres». Con esta frase, criticó la falta de valentía, carácter y orgullo de las tropas de Jerjes. Al mismo tiempo que sentía que ella como mujer tenía que ser quien resolviera el problema y encontrara una solución a la inutilidad de sus generales y mandos medios.

En resumidas cuentas, fue una victoria rotunda para los griegos y un desastre para los persas. Alrededor de 240 barcos fueron destruidos en aquel enfrentamiento siendo 200 persas y 40 griegos.

Tras aquella derrota Jerjes I decidió abandonar las costas griegas, se dice en parte gracias al consejo de Artemisia I de Caria. De lo contrario, la flota persa hubiera seguido perdiendo la batalla por su mala estrategia naval.

La flota griega jugó sus cartas excelentemente. Los griegos habían sabido resarcirse de la caída de Leonidas y sus 300 espartanos en las Termópilas. Además, el sacrificio de Leónidas despertó un sentimiento de unidad en toda Grecia. Un sentimiento que permitió a las polis griegas expulsar al Imperio aqueménida de Europa en la batalla de Platea, por tierra y en la batalla de Mícala, por mar en el año 479 a.C.

Artemisia I de Caria: Una mujer situada entre dos mundos

Artemisia I de Caria es el ejemplo perfecto de una mujer atrapada entre dos mundos. Unos la veneran por ser una mujer valiente, guerrera e inteligente que se ganó el respeto del mismísimo Jerjes I. Es más, un destructor iraní del siglo XX fue llamado Artemis en su honor.

No obstante, no todo fue admiración y simpatía. En Grecia se puso precio a su cabeza ofreciendo una elevada recompensa al que la capturase con vida. No es de extrañar la repulsa que obtuvo de laspolis griegas que la veían como una traidora sátrapa pro-persa.

Su vida tras Salamina

Tras la Batalla de Salamina, no se supo nada más de Artemisia i de Caria y se desconoce cuando murió. Existe una leyenda que cuenta que se enamoró de un hombre llamado Dárdano y que, tras ser ignorada, hizo caso a un oráculo que le dijo que se suicidará lanzándose al mar Jónico desde una roca.

Por otro lado, existe una versión que afirma que Artemisia viajó hasta Efeso para cuidar de los hijos de Jerjes I. Lo que si es cierto es que su linaje perduró y gobernó en Halicarnaso en las décadas siguientes.


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