Mijaíl Kaláshnikov nació el 10 de noviembre de 1919 en Kuriá una región de Siberia que formaba parte entonces de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia. Era hijo de una humilde familia campesina y se dice que eran 18 hermanos. Cursó estudios hasta la secundaria pasando a trabajar en su adolescencia en la provincia de Almaty en un taller ferroviario.
Su carrera militar
A los 18 años se alistó en el Ejército Rojo. En aquellos años era una buena opción para un joven que buscaba ganarse la vida al mismo tiempo que seguir formándose y ganar conocimientos de mecánica y electrónica.
Dentro del ejército comenzó su andadura en la escuela de mecánicos de carros de combate. Aunque entre sus méritos se le atribuye la creación de un dispositivo medidor de distancias y espacio recorrido, pronto manifestaría su interés por las armas de fuego.
Entrar en el ejército fue una sabia decisión de cara a desarrollarse profesionalmente y conseguir la oportunidad de convertirse en ingeniero militar, pero el contexto geopolítico no acompañaba. Al año de alistarse estalló la Segunda Guerra Mundial y se vio obligado a participar en la que los soviéticos denominaron la Gran Guerra Patria.
Como suboficial de carros entraría en contacto con la barbarie en el sitio de Leningrado. Al mando de un carro de combate T-34 se enfrentaría a los alemanes. Kaláshnikov permanecería en el frente hasta octubre de 1941, ya que tras resultar herido en el brazo en la Batalla de Briansk fue trasladado al hospital.
Una nueva idea, una nueva arma
Ya en el hospital visualizó un nuevo proyecto, un arma que fuera capaz de mejorar a los obsoletos Mosin-Nagant que los rusos llevaban usando desde 1891. Los soviéticos estaban combatiendo con armas sencillas y poco modernas frente a una gran potencia militar como Alemania. Por ello, Kaláshnikov se puso manos a la obra tratando de dar respuesta a las quejas de sus camaradas.
En 1942, el proyecto de Kaláshnikov despertó el interés de sus superiores por lo que continuaría con este en el Instituto de Aviación de Moscú. Esta vez con más recursos, para 1944 ya había sido capaz de crear un fusil de asalto de fuego rápido pero, lejos de detenerse quiso añadir mejoras.
Su pasión por querer crear un arma lo más competitiva posible le llevó a la creación de un fusil de asalto conocido en todo el planeta. En 1947 vería la luz el Avtomat Kalashnikova, modelo de 1947, el AK-47.
Este se establecería como fusil de asalto oficial del Ejército Rojo entre 1951 y 1978. También fue el arma oficial de los países que firmaron el Pacto de Varsovia. El AK-47 se presentó como un arma muy fiable y resistente. Al mismo tiempo resultaba sencillo su mantenimiento y desarmado.
Por su creación fue condecorado con la Orden de Stalin de Primera Clase. Fue ascendido a coronel y galardonado con la Orden de la Estrella Roja, la Orden Patriótica de la Guerra de Primera Clase y la Orden de la Bandera Roja del trabajo. En 1994 tras su ascenso a mayor general, recibiría a los 75 años de edad la Orden de servicios distinguidos a la Madre Patria.
Vida de Mijaíl Kaláshnikov tras la creación del AK-47
A pesar de su edad, todavía trabajaba como principal diseñador en la planta de ingeniería de Izhmash del ejército ruso en Izehvsk. Kaláshnikov fue una persona reservada en lo que a su vida privada respecta. Se caso con una mujer llamada Yekaterina con la que tuvo dos gemelos en 1942 y dos hijas en 1948 y 1953.
A día de hoy el kaláshnikov es una marca comercial con reputación en todo el mundo y en primera instancia la mayoría de la producción de este fusil es ilegal ya que no cuenta con los permisos y licencias de Rusia. Tras la caída de URSS, el gobierno ruso no se preocupó de perseguir a productores falsificadores que no cumplían con los estándares de calidad y seguridad.
Por esto entre otras cosas Kaláshnikov nunca llegó a ser un inventor multimillonario como muchos otros. Vivió en Izhevsk en una casa humilde durante mucho tiempo y años después de la caída de la Unión Soviética declaró en una entrevista su ideología comunista: “El comunismo es una fuerza creadora, encaminada hacia el resurgimiento del país”.
Finalmente, el 23 de diciembre de 2013 falleció a causa de una trombosis pulmonar con 94 años de edad Mijaíl Kaláshnikov, el destacado diseñador armamentístico creador del AK-47.
Si te ha gustado la historia de Mijaíl Kaláshnikov te invito a leer la historia de Liudmila Pavlichenko la mejor francotiradora de toda la historia.
2 respuestas a «Mijaíl Kaláshnikov, la genialidad al servicio de la guerra»
Muy buena entrada. Información muy interesante bien resumida para que el artículo no se haga muy extenso o pesado de leer. Quien le iba a decir la fama que iba a alcanzar su apellido, aunque por motivos que no deberían ocurrir, ni la longevidad que iba a alcanzar su famosísimo fusil.
Saludos!
Así es. Super interesante, nadie hubiera predicho lo famoso que se convertiría el AK47