Luis XIV también conocido como el Rey Sol es uno de los monarcas más relevantes de la historia moderna francesa. Venerado por muchos como un dios, es un monarca absolutista que afirmaba haber sido elegido como su representante en la tierra. Este personaje histórico al que se le atribuye la frase «El estado soy yo», nació en 1638 en Saint-Germain-en-Laye.
Infancia y juventud
Luis XIV nació en 1638 en Saint-Germain-en-Laye. Hijo primogénito del Rey Luis XIII y Ana de Austria, Luis XIV tuvo desde pequeño una vinculación con dios según afirmaban en palacio. Tras la muerte de su padre en 1643 sería coronado como rey de Francia a la edad de 4 años. Debido a su edad, su madre regentó junto al no muy popular cardenal Mazarino en un contexto en el que Francia estaba envuelta en la Guerra de los 30 años.
Su infancia estuvo marcada por la inestabilidad política, durante su reinado tuvieron lugar dos levantamientos contra la monarquía impulsados por la nobleza francesa. Tras varios años fuera de París, Luis XIV regresaría a la capital al mismo tiempo que se apaciguaron las protestas. Sería en el año 1661 tras la muerte de Mazarino cuando asumió todas sus funciones.
Una vida llena de lujos y mujeres
A los 15 años, vivió su primer amor para luego encadenar un romance tras otro en los años venideros. En 1659, tendría lugar la firma del Tratado de los Pirineos donde se fijó la frontera entre España y Francia.
Luis XIV cónyuge de María Teresa de Austria
Además, en el Tratado de los Pirineos se acordó el matrimonio entre Luis XIV y la infanta española María Teresa de Austria. María Teresa era la hija de Felipe IV de España. La boda tuvo lugar en 1660 en la Isla de los Faisanes.
Un año después del enlace, tras quedarse su esposa embarazada, se cuenta que el Rey Sol perdió todo su interés por su mujer entregándose a los brazos de una antigua amante. Tras mantener relaciones con otras doncellas de la época, tuvo cuatro hijos con Luisa de La Valliere.
Posteriormente cambió de amante, sustituyendo a Luisa de La Valliere por Madame de Montespan con la que tuvo 7 hijos a lo largo de doce años. Fueron muchas mujeres las que pasaron por la cama de Luis XIV por lo que sus hijos se estiman en varias decenas. En 1683, María Teresa de Austria falleció y Luis XIV decidió casarse con una de sus amantes, Madame de Maintenon, su segunda y última esposa.
Expansionismo y hegemonía en Europa
En 1665 falleció su suegro y rey de España Felipe IV de España, quedando el reino en manos de Carlos II el hermano pequeño de María Teresa de Austria la que entonces era su mujer. Ante esa situación, aprovechó para reclamar algunos territorios de Países Bajos.
Con la negativa de España se desencadenó un conflicto en el que Francia se alzaría vencedor conquistando condados como Flandes. Durante estos años de expansionismo y aumento de la influencia francesa, Luis XIV de Francia estableció una buena relación con Carlos II de Inglaterra con el objetivo de repartirse Países Bajos. La relación de Francia con los británicos se deterioró mucho con la marcha de Carlos II.
En 1680, Francia creció y se convirtió en la primera potencial militar y económica europea. En su política exterior, buscó el mantenimiento del prestigio de Francia. A nivel personal, este personaje histórico logró reforzar su posición y mejorar su imagen mostrándose como un firme defensor del Catolicismo, todo esto con la ayuda del Vaticano. Su figura era tan importante en la época que el actual estado norteamericano de Luisiana le debe su nombre.
Contraste entre política exterior y política interior
Sin embargo, su política interior dejó mucho que desear pues estaba centrada en consolidar el absolutismo. Luis XIV miraba con recelo a una nobleza que ya en su niñez le había hecho abandonar París por lo que a la edad adulta, no dudó en reducir su poder. Además, subió los impuestos de un pueblo ahogado económicamente con el objetivo de costear los derroches de la corona y el ejército del reino.
Una de las leyes que impulsó durante la década fue la expulsión de los judíos de Francia. Al mismo tiempo, estableció el Catolicismo como única religión del país. En esos años, muchos de los nobles se vieron obligados a convertirse mientras que otros decidieron abandonar Francia.
Por otro lado, fue conocido por dar forma al actual Palacio de Versailles. Era sabido por todos que no estaba contento en París por lo que ordenó realizar una serie de reformas en el Palacio de Versailles transformándolo en el lujoso refugio personal del monarca, su esposa, amantes e hijos.
Luis XIV y la revocación del edicto de Nantes
En 1598, el abuelo de Luis XIV, Enrique IV, promulgó el edicto de Nantes. El edicto de Nantes es un decreto que otorgaba tolerancia religiosa y libertad de culto a los calvinistas. La comunidad religiosa de doctrina calvinista más popular en Francia eran los Hugonotes. El edicto de Nantes también fue conocido como el edicto de pacificación.
Políticas de Luis XIV contra la libertad religiosa
Décadas más tarde, durante el gobierno de Luis XIV de Francia, la política religiosa tomó un giro drástico. El monarca Luis XIV, ferviente católico, buscaba consolidar el poder absoluto y la unidad religiosa en el país.
En 1660, Luis XIV inició una serie de medidas para debilitar la influencia protestante. A pesar de la tolerancia inicial, la situación empeoró gradualmente para los hugonotes quienes comenzaron a sufrir represión por parte de las dragonadas. Fueron años de políticas de conversiones al catolicismo en muchos casos a la fuerza.
Luis XIV revoca el Edicto de Nantes en 1685
Finalmente, en 1685, el rey tomó la decisión radical de revocar el edicto de Nantes. Con el edicto de Fontainebleau, quedó anulada así la libertad religiosa que había existido por casi un siglo.
Con la prohibición del protestantismo en toda Francia, las consecuencias fueron desastrosas, especialmente para la comunidad hugonote. Templos protestantes fueron destruidos, y la intolerancia religiosa se impuso en el país.
Consecuencias de la revocación del edicto de Nantes
Miles de protestantes se vieron obligados a renunciar a su fe y convertirse. Muchos de estos «nuevos católicos» siguieron practicando el protestantismo de forma clandestina con el riesgo de ser descubiertos y castigados. Otros decidieron emigrar a países protestantes como Inglaterra, Suiza, Prusia o incluso a colonias europeas de Las Américas.
La revocación del Edicto de Nantes marcó un hito en la historia de Francia, consolidando el poder monárquico y suprimiendo la diversidad religiosa. Aunque Luis XIV logró unificar la nación bajo la bandera del catolicismo, su legado también está marcado por la represión religiosa y la pérdida de una parte significativa de la población francesa.
Muchos historiadores afirman que no sería hasta pasada la Revolución francesa cuando el protestantismo en Francia volviera a tener libertad de culto y sus practicantes todos los derechos negados por Luis XIV.
Luis XIV y el mecenazgo de artistas: Fomentando la grandeza a través del arte
Luis XIV, también conocido como el Rey Sol dejó también su huella en el ámbito artístico. Como Lorenzo de Médici en Florencia, el Rey Sol se convirtió en un destacado mecenas de las artes en Francia. Destaca su estrecha colaboración con el renombrado pintor Charles Le Brun. Charles Le Brun fue para Luis XIV el Miguel Ángel de Lorenzo de Médici.
Charles Le Brun, nombrado por Luis XIV como el pintor oficial de la corte. Le Brun desplegó su talento en la creación de obras majestuosas que exaltaban la grandeza del monarca y la gloria de Francia. Sus habilidades artísticas contribuyeron no solo a embellecer los palacios reales, sino también a reforzar la imagen de Luis XIV como líder supremo.
Este mecenazgo real no solo benefició a Charles Le Brun, sino que también estableció un estándar para la relación entre los monarcas y los artistas. Además, Luis XIV promocionó y se nutrió del arte como vehículo para expresar el poder y la autoridad que el ostentaba.
Otros artistas apoyados por Luis XIV el Rey Sol
Además de Charles Le Brun, el Rey Sol, Luis XIV, extendió su mecenazgo a otros artistas notables, creando así un floreciente escenario artístico en la corte francesa durante el siglo XVII.
- André Le Nôtre (1613-1700): Reconocido como el maestro de los jardines franceses, Le Nôtre transformó los terrenos de Versalles en obras maestras paisajísticas bajo el patrocinio real. Sus diseños geométricos y la incorporación de elementos arquitectónicos reflejaron la grandiosidad del reinado de Luis XIV.
- Jean-Baptiste Lully (1632-1687): Como superintendente de la música real, Lully desempeñó un papel crucial en el desarrollo de la ópera francesa. Su colaboración con el monarca fortaleció la posición de la ópera como una forma artística prominente en la corte de Luis XIV.
- Jules Hardouin-Mansart (1646-1708): Este arquitecto destacado fue el responsable de terminar el Palacio de Versalles. Su estilo barroco se fusionó con la visión estética del rey, dejando un legado arquitectónico que simboliza la opulencia de la monarquía francesa.
El papel de Jean-Baptiste Colbert en el reinado de Luis XIV
Jean-Baptiste Colbert fue un ministro de finanzas y secretario de estado de Luis XIV. Colbert contribuyó a la consolidación del poder absoluto y la grandeza de Francia durante el siglo XVII. Las labores de Jean-Baptiste Colbert se centraron en dos áreas de trabajo:
- Economía
- Administración pública
Jean-Baptiste Colbert y la economía
Colbert implementó políticas económicas que buscaban fortalecer la industria y el comercio interno. Fomentó la creación de manufacturas reales, incentivando la producción nacional y reduciendo la dependencia de importaciones.
En otras palabras, Colbert abrazó el mercantilismo. Decidió impulsar la idea de que la riqueza de una nación se basaba en la acumulación de oro y plata. Fue un partidario de expandir las colonias de Francia para asegurar materias primas esenciales y lograr la autosuficiencia económica.
Colbert también racionalizó el sistema fiscal, mejorando la recaudación de impuestos y eliminando prácticas ineficientes. Como ministro de finanzas, la economía francesa pasó por un período de inestabilidad en la que un pueblo ahogado costeaba los «despilfarros» de la corona.
Jean-Baptiste Colbert y la Administración pública
En el ámbito de la administración pública, Colbert desempeñó un papel clave en la centralización del poder. Estableció una red eficiente de intendentes, funcionarios gubernamentales encargados de supervisar las provincias, garantizando así un control más directo del monarca sobre todo el reino. En resumen, Jean-Baptiste Colbert fue un arquitecto fundamental en la construcción del Estado absolutista y la grandeza de Francia durante el reinado de Luis XIV.
Guerra de Sucesión Española y muerte
En 1686 se creó la Liga Ausburgo que buscaba proteger territorios europeos de las ansias expansionistas de Francia. Tras la Guerra de los Nueve Años, Luis XIV se comprometió a devolver todos los territorios conquistados a excepción de Strasbourg.
Con el Archiduque Carlos de Austria como principal enemigo, Luis XIV puso su mirada en España pues el monarca español Carlos II estaba enfermo y no había tenido descendencia. Esta se presentó como una oportunidad de oro para Francia pues algunos de los dominios españoles como Nápoles, Sicilia o Latinoamérica hubieran supuesto el golpe definitivo para lograr la hegemonía absoluta en el continente.
En 1700, Carlos II decidió nombrar en su lecho de muerte a Felipe de Anjou, el nieto de Luis XIV, como heredero de su imperio. El joven Felipe pasaría a ser Felipe V y su nombramiento fue el desencadenante de la Guerra de Sucesión Española ya que el Archiduque Carlos de Austria consideraba que debía ser el único y verdadero heredero del trono español.
Los hijos de Luis XIV y la «no» sucesión al trono
Luis XIV, conocido como el Rey Sol, tuvo un total de seis hijos legítimos con su esposa, María Teresa de Austria. Curiosamente, solo uno de ellos llegó a cumplir la mayoría de edad.
- Luis de Francia (1661-1711)
- Ana Isabel de Francia (1662-1662)
- María Ana de Francia (1664-1664)
- María Teresa de Francia (1667-1672)
- Felipe de Francia (1668-1671)
- Luis Francisco de Francia (1672-1672)
Nuestro personaje histórico también tuvo al menos 14 hijos ilegítimos con Luisa de La Vallière (4), Madame de Montespan (7), Claudia de Vin des Oeillets (1) y María Angélica de Scorailles (2). La ausencia de descendencia legítima en el momento de su muerte, trajó posteriores complicaciones tras su muerte.
Muerte de Luis XIV, el Rey Sol
En 1715, Luis XIV fallecería a causa de una gangrena en su pierna. De este modo, a los 76 años y después de 72 años reinando murió uno de los monarcas que pasaran a la historia por su lujo, su poder, su riqueza y sus éxitos en la política exterior.
En el siglo XVII la sociedad se había transformado y la popularidad de la familia real estaba por los suelos. Su muerte estuvo marcada por el inicio del declive del régimen absolutista y el auge del inconformismo social del pueblo llano que sufría pobreza y hambrunas.
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