Esther Lederberg (18 de diciembre de 1922 – 11 de noviembre de 2006) fue una microbióloga y genetista estadounidense pionera en la genética bacteriana. Es conocida por descubrir el bacteriófago lambda, un virus que infecta bacterias, y por desarrollar técnicas como la replicación de placas, fundamentales para la genética molecular. Su trabajo fue clave para comprender la regulación genética y la transferencia de material genético en microorganismos.
Primeros años y origen de Esther Lederberg
Esther Lederberg nació en el Bronx, Nueva York, en una familia de inmigrantes judíos con pocos recursos. Hija de David Zimmer y Pauline Geller Zimmer, fue la primera de dos hijos. Desde joven, mostró un interés sobresaliente por la ciencia y la literatura. En 1942, a pesar de las limitaciones económicas de su familia, se graduó con honores en bioquímica en la Hunter College de Nueva York gracias a una beca.
Viaje a California y relación sentimental y profesional con Joshua Lederberg
Más adelante, Esther Lederberg se mudó a California en 1944, donde continuó sus estudios en la Universidad de Stanford gracias de nuevo a una beca que recibió para ser ayudante de George Wells Beadle . En la Universidad de Stanford realizó sus estudios en bioquímica. Fue allí donde conoció a Joshua Lederberg, un joven genetista con quien comenzó una colaboración profesional y una relación amorosa.
Su pasión por el conocimiento y su tenacidad para superar obstáculos fueron las bases que la llevaron a destacarse en un campo dominado en su época principalmente por hombres. Es en la Universidad de Wisconsin donde nuestro personaje histórico continuaría trabajando y realizó su doctorado. Joshua y Esther se casaron enseguida en el año 1946.
Divorcio de Joshua Lederberg
Esther Lederberg y Joshua Lederberg se divorciaron en el año 1966, después de 20 años de matrimonio. Poco después de que Joshua ganara el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1958. Juntos hicieron importantes avances en el campo de la microbiología. Aunque su relación personal llegó a su fin, sus contribuciones científicas conjuntas durante ese tiempo dejaron un impacto duradero en la genética y la microbiología. Desgraciadamente, fue su marido quien se llevó todo el reconocimiento a pesar de la contribución de Esther en sus investigaciones.
Investigaciones y contribuciones a la ciencia de Esther Lederberg
A través de sus estudios científicas, incluyendo el descubrimiento del bacteriófago lambda, el desarrollo del método de réplica en placa, y su investigación sobre el factor de fertilidad bacteriana (F-factor), Esther Lederberg estableció bases cruciales para el estudio de la genética bacteriana y los mecanismos de transferencia genética.
El bacteriófago Lambda
En 1950, Esther Lederberg realizó su descubrimiento más notable: el bacteriófago lambda, un virus que infecta bacterias como Escherichia coli. Este fago se comporta de manera única porque puede integrar su material genético en el genoma de la bacteria huésped, quedando inactivo hasta que ciertas condiciones desencadenan su activación y replicación.
El estudio del bacteriófago lambda permitió a los científicos explorar conceptos fundamentales en genética, como la regulación de genes y la recombinación genética. También sirvió como una herramienta clave para el desarrollo de la biología molecular, especialmente en experimentos sobre la expresión genética y la clonación de genes.
El bacteriófago lambda se convirtió en un modelo esencial para entender cómo los virus interactúan con sus huéspedes y cómo los genes se activan o desactivan. Estos conocimientos son la base de investigaciones actuales en genética, biotecnología y terapia génica.
El factor de fertilidad bacteriana (F-Factor)
Otra de las aportaciones fundamentales de Esther Lederberg fue su trabajo con el factor de fertilidad (F-factor), un elemento genético que permite la transferencia de material genético entre bacterias a través de un proceso conocido como conjugación bacteriana.
Este descubrimiento ayudó a entender cómo las bacterias comparten genes, como aquellos relacionados con la resistencia a antibióticos. Al estudiar este fenómeno, Lederberg fue capaz de demostrar cómo las bacterias no solo se replican de forma asexual, sino que también intercambian información genética, un hallazgo que resultó crucial para la microbiología moderna.
Esto marcó el comienzo de una comprensión mayor sobre la transferencia genética horizontal, que tiene aplicaciones actuales en el desarrollo de tratamientos contra enfermedades infecciosas.
El método de réplica en placa
Finalmente, Esther Lederberg también es recordada por desarrollar junto con Joshua Lederberg, el método de réplica en placa, una técnica que facilitó el estudio de mutaciones bacterianas. Este método permite copiar colonias bacterianas de una placa de cultivo a otra, manteniendo la disposición exacta de las colonias.
El proceso implica presionar una superficie, como terciopelo estéril, sobre la placa original y transferir las bacterias a una nueva placa con diferentes condiciones de cultivo. Esto simplificó mucho la investigación de mutaciones genéticas y la resistencia a antibióticos, permitiendo a los científicos identificar mutantes específicos sin perder el rastro de las colonias originales. La técnica de réplica en placa sigue siendo ampliamente utilizada en laboratorios de microbiología en todo el mundo.
¿Qué tipo de células estudió Esther Lederberg?
Esther Lederberg se dedicó principalmente al estudio de bacterias y virus, especialmente los bacteriófagos. Su trabajo sobre la genética bacteriana, particularmente en la transferencia de genes entre bacterias, y la creación de la técnica de réplica de placas fueron avances clave en la microbiología.
¿Quién fue la primera persona en estudiar la célula?
La primera persona en estudiar la célula fue Robert Hooke, un científico inglés que en 1665 observó a través de un microscopio un trozo de corcho y vio pequeñas «celdas», a las que dio este nombre. Aunque Hooke no observó células vivas, su descubrimiento fue fundamental en el desarrollo de la teoría celular.
Reconocimientos y desafíos
Aunque Esther contribuyó significativamente a varios logros por los que Joshua Lederberg recibió el Premio Nobel en 1958, ella no fue reconocida con el mismo galardón. En aquella época, las contribuciones de las mujeres en la ciencia solían ser subestimadas o ignoradas.
A pesar de ello, Esther continuó trabajando y colaborando con prestigiosos laboratorios y universidades. Fue una pionera en su campo, abriendo camino para futuras generaciones de mujeres científicas.
Esther Lederberg fue una mujer multifacética que amaba tanto la ciencia como la música y la literatura. Aunque enfrentó discriminación de género en su carrera, nunca permitió que eso detuviera su pasión por la investigación. Su legado no solo está en sus descubrimientos, sino también en su papel como mentora de jóvenes científicos y científicas.
Su trabajo dejó una huella imborrable en la ciencia, y su nombre es ahora reconocido como uno de los pilares de la microbiología moderna.
Fallecimiento de Esther Lederberg
Esther Lederberg falleció el 11 de noviembre de 2006 debido a las complicaciones de una neumonía en un hospital de Stanford, California. A lo largo de su vida, enfrentó varios problemas de salud. Hoy, las técnicas y conceptos que Lederberg ayudó a desarrollar se emplean en laboratorios de todo el mundo, desde el estudio de enfermedades bacterianas hasta la ingeniería genética. Su vida es un recordatorio de cómo la curiosidad y la pasión por la ciencia pueden superar las barreras sociales y generar un impacto duradero en la humanidad.
Curiosidades sobre Esther Lederberg
- Fue una de las primeras en explorar el uso de bacteriófagos como herramientas genéticas.
- Su técnica de réplica de placas aún se utiliza en laboratorios de microbiología de todo el mundo.
- Era una apasionada de la música clásica y tocaba instrumentos como el piano y el laúd.
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Fuente: Fotografía de imagen destacada de Estherlederberg.com