Nakano Takeko es una onna-musha considerada la última mujer samurái. Nacida en 1847, luchó con su naginata en la Guerra de Boshin contra el Ejército Imperial de Japón. Durante la guerra civil japonesa, Nakano Takeko lideró un cuerpo integrado solo por mujeres que lucharon heroicamente contra el bando imperial en la Batalla de Aizu. Su figura es una leyenda y existe un monumento a su honor en el templo Hokai.
Personalidad y formación de Nakano Takeko
Nacida en abril de 1847 en Edo, Nakano Takeko (en japonés: 中野 竹子) comenzó su viaje hacia la maestría en las artes marciales a la temprana edad de 16 años. La suya es una historia poco convencional para las mujeres de su tiempo.
Se sumergió en el riguroso entrenamiento bajo la tutela del maestro Akaoka Daisuke quien fue como su padre. Este hábil instructor de artes marciales reconoció el potencial excepcional de Nakano Takeko. Un potencial que solo pudo explotar durante los cinco años siguientes.
Contexto social y origen de la Guerra Boshin (1868-1869)
La Guerra Boshin, que tuvo lugar en Japón entre 1868 y 1869, fue un conflicto crucial que marcó la transición de Japón de un sistema feudal a la era moderna y centralizada. Para comprender la magnitud y las motivaciones detrás de la Guerra Boshin, es esencial explorar el contexto social y los factores que llevaron a la confrontación.
El declive del shogunato Tokugawa
Durante más de dos siglos, el shogunato Tokugawa gobernó Japón con un sistema feudal estricto. El país estaba aislado del resto del mundo, adoptando una política conocida como «sakoku», que limitaba las interacciones internacionales. Sin embargo, a medida que avanzaba el siglo XIX, el shogunato enfrentó desafíos internos y externos que erosionaron su autoridad.
Las presiones internas y externas dentro de Japón
La llegada del Comodoro Matthew Perry en 1853 con su flota de «barcos negros» obligó a Japón a abrir sus puertas al comercio exterior. Este acontecimiento desencadenó tensiones internas, ya que algunos clamaban por modernizar el país para hacer frente a las potencias occidentales, mientras que otros resistían cualquier cambio.
La división en Japón
La sociedad japonesa se encontraba dividida entre aquellos leales al emperador, que simbolizaba la legitimidad imperial, y aquellos que aún apoyaban al shogunato Tokugawa. Esta división ideológica sentó las bases para el conflicto que se avecinaba, con facciones opuestas luchando por la dirección que debería tomar Japón en un momento crucial de su historia.
La Rebelión de Choshu y Satsuma
Las provincias de Choshu y Satsuma, insatisfechas con la debilitación del shogunato, se rebelaron contra el gobierno central. Estas provincias se volvieron en contra del shogunato, formando alianzas inesperadas que tendrían un papel fundamental en la Guerra Boshin.
El detonante: La proclamación del Emperador Meiji
En 1864, el incidente de Hamaguri Gate (en español: Rebelión de la puerta Hamaguri) fue la antesala del conflicto en el que se evidenciaron las crecientes tensiones entre las dos facciones. Sin embargo, el detonante del conflicto no sería otro que la Restauración Meiji.
En 1868, con la proclamación del emperador Meiji, se formalizó la Restauración Meiji, marcando el fin del shogunato Tokugawa y la restauración del poder imperial. Este acontecimiento llevó al estallido de la Guerra Boshin, ya que las fuerzas leales al shogunato y aquellas que abogaban por la restauración imperial se enfrentaron en una lucha por el control del país.
Nakano Takeko lucha en la batalla de Aizu
En 1868, la Guerra Boshin alcanzó uno de sus puntos álgidos con la batalla de Aizu. Aizu era una región que estaba bajo el control del shogunato Tokugawa.
En ella, Nakano Takeko y su grupo de mujeres samuráis tomaron parte en el conflicto y se enfrentaron a las fuerzas imperiales con determinación y coraje para defender el Castillo de Aizuwakamatsu.
La negativa del comandante a Nakano Takeko
En aquel entonces, las mujeres no podían formar parte del ejército de manera oficial. Es por ello, que tras presentarse en filas para defender el castillo de Wakamatsu, recibió la negativa de sus comandantes.
Se dice que Nakano Takeko amenazó con quitarse la vida si no le dejaban combatir y defender el castillo. Este argumento convenció a los comandantes y le dejaron liderar un cuerpo integrado exclusivamente por mujeres expertas en artes marciales conocidas como onna-musha (mujeres guerreras).
Diferencias entre las onna-musha y las onna-bugeisha
Ambos términos, «onna-bugeisha» y «onna-musha», están relacionados con mujeres guerreras en la historia japonesa, pero hay algunas diferencias en su uso y contexto.
Las Onna-bugeisha (女武芸者):
El término «onna-bugeisha» se traduce literalmente como «mujer practicante de artes marciales» o «maestras del combate». Las onna-bugeisha eran mujeres samurái que se entrenaban en artes marciales y habilidades de combate. Estas mujeres no solo eran hábiles en el manejo de la espada, sino que también podían utilizar otras armas y participar en la defensa de sus hogares y clanes.
Tenían un papel más enfocado en la defensa doméstica y la protección de las familias en comparación con los samuráis varones, quienes a menudo participaban en campañas militares más amplias.
Las Onna-musha (女武者)
El término «onna-musha» también se traduce como «mujer guerrera» o «mujer samurái». Similar a las onna-bugeisha, las onna-musha son mujeres que destacan por su participación en actividades militares y su habilidad en el combate. Se les considera equivalentes a los samuráis varones en términos de su destreza y compromiso en el campo de batalla.
Mientras que las onna-bugeisha a menudo se asociaban con la defensa local y la protección del hogar, el término «onna-musha» puede tener un enfoque más amplio, incluyendo mujeres que participaron activamente en conflictos y campañas militares a nivel más general.
Las onna-musha de Nakano Takeko
Mientras que los famosos samuráis (cuerpo de élite integrado por hombres) luchaban con katanas, las onna-musha luchaban con la naginata, un arma versátil y de mayor longitud que la katana. Esto permitía a Nakano Takeko guardar distancia contra oponentes con un mayor rango de alcance. Nuestro personaje histórico solo tenía 21 años pero lideró a un grupo de mujeres entre las que se encontraban su madre y su hermana menor.
En este cuerpo combatió también luchó Yamamoto Yaeko que sobrevivió al conflicto. A lo largo de su vida, fundaría la Universidad Femenina de Artes Liberales de Doshisha y participaría en la guerra ruso-japonesa. Por último, también combatieron otras estudiantes del dojo como Monna Rieko o Nagai Sadako.
La tragedia en la batalla de Aizu
Nakano Takeko lideró a este grupo de mujeres hacia el frente cargando con sus naginata contra tropas imperiales con armas de fuego. La mejor baza de las onna-musha residía en que las tropas enemigas subestimaban la capacidad de luchar de las mujeres y por lo tanto, no se tomaran tan enserio el enfrentamiento.
A sus 21 años de edad, Nakano Takeko arremetió contra las tropas imperiales pillándolos por sorpresa. Esto les permitió causarles varias bajas durante los primeros momentos del enfrentamiento. Fuentes oficiales afirman que Nakano asesinó con su naginata cinco soldados con cierta facilidad.
Sin embargo, las onna-musha estaban en inferioridad de número y portando únicamente naginata y arcos y flechas, no hubo nada que pudieran hacer frente a las armas de fuego del Ejército Imperial Japonés. Durante el combate, Nakano Takeko recibió un disparo en el pecho.
Una muerte con honores
Tras recibir el disparo, Nakano le pidió a su hermana que no permitiera que los soldados imperiales se llevaran su cabeza como trofeo. Por ello, le dijo que la decapitase y le diera un entierro con honores y así se hizo.
“No se llevarán mi cabeza como trofeo”
Nakano Takeko
Tras su muerte, su hermana llevo la cabeza al templo de Hokai junto con su naginata donde fue enterrada. De esta manera, fallecería el 10 de octubre de 1868 Nakano Takeko. Debido a su fama como gran guerrera, su nombre ha aparecido junto al de otras mujeres importantes como Artemisia I de Caria o Boudica, la reina guerrera.
Un conflicto que cambió la historia de Japón
La Guerra Boshin concluyó con la victoria de las fuerzas imperiales en Japón. Esto marcó el fin del shogunato Tokugawa y estableció el retorno del emperador como la autoridad suprema en Japón
La Guerra Boshin marcó una transición fundamental en la historia japonesa, llevando al país desde un sistema feudal a una nación moderna. La Restauración Meiji resultante impulsó cambios significativos en la política, la sociedad y la economía, estableciendo las bases para el Japón contemporáneo.
El conflicto no solo definió la dirección futura de Japón, sino que también dejó cicatrices y desafíos. Las tensiones ideológicas y las luchas por el poder durante la Guerra Boshin siguen siendo temas de reflexión, recordándonos la complejidad de la historia y cómo las decisiones cruciales pueden dar forma al destino de una nación.
Nakano Takeko: El nacimiento de una heroína
El sacrificio de Nakano Takeko ha cobrado mucha importancia en la sociedad japonesa. Nakano Takeko fue una mujer que desafió las normas de la época.
Una mujer que luchó valientemente con su naginata por una causa. En el templo de Hokai sigue estando un altar con su naginata. Junto a su tumba en Hokai se construyó un monumento.
A lo largo de los años, el legado de Nakano Takeko, la samurái, ha sido honrado de distintas formas, inspirando generaciones futuras a desafiar las expectativas de género y a buscar la igualdad, convirtiéndola en un ícono eterno de determinación y coraje. Esta es la historia de Nakano Takeko, la última samurái.
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